Tazas take away desechables las vemos todos los días en todas partes. La gente que trabaja en oficinas, los que van de compras, los vigilantes de seguridad… todos se hacen cada mañana con su taza de café del bar y se la llevan a su puesto de trabajo. Es un elemento común y rutinario, tanto que no nos paramos a pensar en los perjuicios derivados de su uso. Principalmente el relacionado con los daños al medio ambiente. Hace unas semanas hablábamos de la iniciativa de Starbucks de ofrecer descuentos en sus bebidas para aquellos usuarios que se llevasen la taza o el termo de casa. Pretendían con esta medida contribuir a la reducción en el uso de los contaminantes vasos take away. El tema empieza a ser preocupante en lugares como el Reino Unido, donde el uso de estos vasos, que no se reciclan, es tan elevado que empieza a representar un problema serio. Por ello, y más allá de iniciativas de locales concretos, el gobierno está estudiando la posibilidad de aplicar una tasa que grave el uso de las tazas desechables e incluso acabar por prohibirlas. Una realidad que pone en evidencia la importancia de echar mano de las tazas take away personalizadas, no desechables, una vía vista con buenos ojos por los usuarios por lo que tiene de ecológico. Al igual que por por cadenas de distribución de café, como Starbucks o Costa Café, que, además de aportar su granito a la causa ecológica, pueden aprovechar para darle salida a sus colecciones de tazas take away personalizadas.
Según datos recogidos por El País, la cantidad de tazas que se usan y desechan al año en Reino Unido, es superior a los 2.500 millones lo que sería suficiente, indica el diario, para dar cinco vueltas y media al mundo. Son, en total, unas 30.000 toneladas de basura. Las cifras son suficientemente preocupantes como para que el Parlamento británico haya propuesto aplicar una tasa que encarezca en alrededor de 30 céntimos de euro el café para llevar, destinando la recaudación a nuevas plantas de reciclado. De esta manera esperan poder reducir el número de vasos usados al año de forma que puedan abarcar el reciclado del 100% de los desechados. Y llegados el año 2023, si la iniciativa no da los resultados deseados, la hoja de ruta marca prohibirlos directamente.
Y es que la problemática de estos vasos desechables es complicada desde la base: su sistema de reciclado es especial y más costoso por culpa de los materiales con los que son fabricados, ya que el plástico es más compacto para conservar el café caliente. Además, el hecho de que el papel del vaso se impregne de café hace aun más complicada la tarea. Así, ocurre que al final cada año solo se pueden reciclar una de cada 400 tazas desechables.
De ahí que las tazas take away personalizadas se perfilen como la salvación para los británicos más cafeteros. Si bien su uso ya ha ido en aumento en los últimos tiempos y cada vez son más las empresas que las eligen para sus estrategias de marketing de marca, se prevé que en breve se dispare su demanda. Lo que ocurre en Reino Unido no es más que una muestra de un problema que es global y del que no se libra nadie. La buena noticia es que la alternativa a esta amenaza al medio ambiente está al alcance de todos gracias a lo fácil que es hoy en día hacerse con tazas take away personalizadas. Cualquier empresa que busque un regalo útil para sus clientes y empleados tiene en las tazas take away su principal aliado; y las cadenas de distribución de café no ponen en riesgo su clientela porque pueden ofrecerle tazas take away personalizadas para su café diario. ¿Y tú? ¿Buscas tazas take away personalizadas para tu marca? Has venido al sitio idóneo. Pasa y te contamos…
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