La concienciación social por el ambiente cada vez va en aumento. Todos queremos y debemos contaminar menos. Una buena manera de contribuir a la defensa del planeta es generando menos residuos. Aquí ya no solo depende qué consumimos, sino cómo lo hacemos. Para ayudarte a cumplir con estos aspectos, hoy te contaremos cómo reciclar botellas según el material con el que estén elaboradas.
El material importa. Incluso dentro de cada uno de ellos puede haber variantes. En este post nos vamos a fijar en cómo reciclar botellas personalizadas de plástico, aluminio y cristal. Las más habituales en el mercado. Como verás, todos tienen pros y contras, pero es importante conocer cómo conseguir reciclar estos envases para proteger el planeta.
Reciclar botellas de plástico: tritán, PET, HDPE…
Los residuos de plástico pueden perdurar siglos en el medioambiente, no es biodegradable. Así que es uno de los materiales más críticos a la hora de contemplar su reciclaje. El proceso comienza cuando lo lanzamos al contenedor amarillo. Pero ahí, solo se ha dado un primer paso. En las plantas destinadas a este propósito se comprimen los envases y se forman grandes bloques.
Luego, se lavan las botellas y se quita la impresión. A continuación, se clasifican según el tipo de plástico y cuál va a ser su uso futuro. El siguiente paso es triturar las botellas en trozos pequeños que se vuelven a lavar y a secar. Con estos fragmentos se puede volver a empezar el proceso de fabricación, ya sea de una nueva botella o de cualquier otro elemento para el que se necesite plástico.
Las botellas de plástico y otros envases han estado en el punto de mira porque se consideran como muy contaminantes. Aunque hay algunas categorías que están especialmente pensadas para darles una segunda vida. Por ejemplo, el PET —muy utilizado en envases del sector alimentario— es el más reciclado del mundo. Otro que también ha dado mucho de que hablar, positivamente, es el tritán —libre de BPA y con un proceso muy sencillo para tener nuevos usos—.
Por último, tenemos el HDPE que permite ser reciclado en la mayoría de plantas destinadas a este propósito. Este material se utiliza en garrafas de agua o botellas de lecha, así que lo tenemos muy presente en nuestras vidas.
Reciclar botellas de aluminio: el gran ahorro energético
Otro material que ha ganado mucho peso recientemente es el aluminio. Por ejemplo, ahora la mayoría de las latas se hacen de este elemento, cuando hace unos cinco años era solo el 18%. También se utiliza para otros muchos tipos de envases, por ejemplo, cápsulas para máquinas de café, tarrinas o papel para envolver alimentos. Aquí, según el tipo de recipiente, se deberá realizar uno u otro proceso de reciclado.
Primero de todo, se debe tener en cuenta la división de los envases de aluminio: rígido, semirrígidos y flexibles. Con los segundos y los terceros, lo mejor antes de lanzarlo al contenedor amarillo, es hacer una bola hasta tener un tamaño suficiente (un poco más grande que nuestro puño) para así facilitar el proceso de reciclaje en la planta. Por tanto, lo mejor es siempre acudir al punto limpio del municipio.
Atención que hay una excepción: las cápsulas de café. Estas se deben depositar en puntos de recogida específicos, por ejemplo en las tiendas que las comercializan.
En las plantas de reciclaje, las botellas de aluminio se funden y se pueden volver a utilizar como materia prima. Esto es importante hoy en día, ya que se trata de un material escaso en el mercado actual, y también se ahorra un proceso de elaboración desde cero muy costoso energéticamente hablando. Por ejemplo, el proceso de reciclaje solo utiliza un 5% de la energía que se requiere cuando se debe crear aluminio desde cero con el proceso de la electrólisis.
Botellas de vidrio y cristal: diferencias a tener en cuenta
Son envases muy comunes en la industria alimentaria y en la del regalo publicitario ya que permite una buena conservación del líquido contenido mientras mantiene su sabor original.
El reciclaje de estas botellas se realiza en los contenedores verdes. El proceso de reaprovechamiento es uno de los que tienen más tradición en España, se remonta a 1982 y en los últimos veinte años se ha duplicado su tasa de reciclado.
Una vez en la planta, se quitan las impurezas de las botellas de vidrio en las cintas transportadoras. En un proceso semejante al descrito en el caso del plástico, se van clasificando según el tipo de material. Se realiza una nueva limpieza de los envases con chorros de agua a una elevada presión. Por último, se trituran y así se obtiene calcín: vidrio limpio y triturado.
Este proceso se puede repetir una y otra vez ya que el vidrio no pierde sus propiedades. Por cierto, date cuenta que estamos hablando de vidrio. El cristal es diferente (aunque a veces nos parezcan iguales o no los diferenciemos), tiene origen natural no se fabrica sino que se encuentra en la naturaleza y trabaja con las técnicas artesanales/industriales.
Además, recuerda que el cristal no es 100% reciclable. Aquí tienes que llevarlo a un punto limpio (nada del contenedor verde) o dárselo a alquien que le quiera dar una segunda vida, por ejemplo artesanos o gente que se dedica a las manualidades lo puede apreciar mucho.
Botellas de acero: durabilidad y reutilización
La principal ventaja de las botellas de acero es su durabilidad y reutilización. Es decir, te puedes cansar de emplearlas que no se deteriorarán por el uso, además, no afectan a los líquidos que puedan contener (como sí pasa con los plásticos más contaminantes).
De todas formas, si queremos reciclar una botella de acero es llevarlo a un punto de reciclaje. Como sucede con otros materiales, en la planta se recogen y clasifican según los distintos tipos de metales. En el caso concreto del acero, luego se comprimen y se trituran. Unas máquinas con imanes se aseguran de separar este material del aluminio.
Una vez separado, el acero se funde en lingotes. A partir de aquí se puede fundir y convertir en nuevas botellas, o envases o el elemento que se quiera. Recuerda que, normalmente, a los envases se le añade una capa de estaño en el interior para evitar la oxidación. Como el vidrio, no pierde propiedades a medida que se reutiliza, así que si se hace un reciclado adecuado se reduce el impacto ambiental de fabricarlo desde cero (que también es un proceso costoso).
Toda esta información sobre cómo reciclar botellas de diferentes envases se puede incluir en tu campaña con este tipo de regalos de empresa. Así demuestras a tu público tu preocupación por el medio ambiente, por lo que añade un valor intangible para tu negocio. Te dejamos abierta la sección de comentarios para que nos expliques tus experiencias o compartas tus dudas con nosotros (y estaremos encantados de solucionarlas).