Hemos hablado largo y tendido sobre el poder de las tazas personalizadas corporativas para fidelizar clientes y conseguir nuevos seguidores, y no hay duda de que como soporte de nuestra marca no hay regalo personalizado que funcione mejor o llegue más lejos, al ser un artículo que nos acompaña en momentos tan gustosos y placenteros como el primer café de la mañana, el desayuno con nuestras familias o los encuentros de tú a tú. El logo de la empresa viaja, entra a formar parte de las vidas y rutinas de los usuarios y representa una de las vías de marketing emocional y publicidad no invasiva más efectivas. Pues bien, traslademos esta idea estratégica al contexto interno de la compañía y pensemos en la taza personalizada con logo de empresa como arma para fidelizar a los propios empleados. Porque el marketing del s.XXI contempla al consumidor como eje central, y porque está más que demostrado y asumido que los trabajadores de una empresa son los mejores prescriptores de la marca para la que trabajan, la comunicación interna ha pasado a tener un papel protagonista en las estrategias globales más ambiciosas y efectivas. Y los regalos corporativos dirigidos a la plantilla configuran una tendencia cada vez más extendida y normalizada.
Hay una máxima en cuanto a fidelización de empleados, y es que cuanto antes mejor, y por lo tanto cada nuevo fichaje que haga una marca es una nueva oportunidad. Un buen welcome pack corporativo es la forma ideal de integrar al empleado en el equipo y organización de la empresa, implicarlo desde el minuto cero y hacerlo sentir parte del proyecto, sentirse como en casa. Conseguido ese objetivo, el empleado puede llegar a convertirse en embajador de la marca de una forma natural, y actuará por lo tanto como prescritor de la empresa. Y es que el embajador de marca es uno de los mayores activos con los que trabajan los departamentos de marketing, y conseguir fidelizarlos y hacerlos partícipes de la difusión es un reto al alcance de cualquier empresa sin necesidad de hacer grandes esfuerzos e inversiones de tiempo o dinero. Con algunas pautas como un buen welcome pack, la tarea se facilita al máximo.
Un welcome pack que por supuesto debe incluir el documento o ‘manual’ de usuario con los puntos básicos del funcionamiento de la empresa, sus ‘derechos y deberes’ y aquellos elementos (conceptuales o materiales) necesarios para el desarrollo normal de las tareas del día a día, como puede ser el manual corporativo, el propio ordenador o productos de oficina, por ejemplo. Si a esta base imprescindible le añadimos la taza con cuchara personalizada con el logo de la empresa o cualquier otro artículo publicitario corporativo estamos ofreciendo un plus de altísimo valor añadido en cuanto a marketing interno, integración con la marca y fidelización, con resultados a inmediato, medio y largo plazo. Garantizado.
Se trata al final de darle una vuelta a algo que ya se venía haciendo y aplicar un poco de marketing en la forma de presentarlo. Un buen packaging corporativo acorde con las líneas de la imagen de marca, con bolígrafo personalizado, libreta personalizada con el logo de empresa y el plus de la taza publicitaria pueden dotan al welcome pack de un valor añadido que los departamentos de marketing ya han sabido valorar y ponen en práctica en sus estrategias globales de comunicación. Lo hacen, además, sin que suponga ningún tipo de esfuerzo tanto en tiempo, ya que se diseña una vez y posteriormente es cuestión de producción, ni dinero, ya que pueden echar mano de tazas publicitarias baratas muy sencillas de personalizar.
Solo resta echarle imaginación en cuanto a diseño, aunque ya hemos visto que en ocasiones con una base tan simple como color corporativo y logo se pueden conseguir verdaderos productos icónicos que todos, empleados, clientes y seguidores, acaban deseando, como es el caso de la taza de Nescafé. Con el diseño en mente y modelos de tazas baratas para personalizar, en manos del departamento de marketing está la decisión de completar el pack con algún otro elemento que le de un toque más original, como puede ser un útilisimo y moderno infusor de te, una cuchara corporativa con el logos de la empresa o una caja de dulces personalizados. Son solo ideas con las que mimar a los empleados y prepararlos para que pronto se conviertan en prescriptores de la marca, sintiéndose parte de la compañía, integrándose con su filosofía y equipo y haciendo definitivamente, de embajador. Sea por el boca a boca o por su taza de café, la compañía volará muy muy lejos… hacia el cielo de las marcas mejor valoradas.
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